Un equipo de técnicos contratado por el Ayuntamiento está elaborando un inventario para evitar la pérdida de estos bienes antes de empezar las obres de reforma del inmueble.
Todos aquellos elementos que todavía contiene el Teatro Principal y que tienen algún tipo de valor patrimonial o histórico quedarán inventariados y protegidos. Ya hace semanas que un equipo de técnicos está llevando a cabo un gran trabajo para inventariar todos estos bienes. El alcalde, Rafel Torres, y la regidora de Cultura, Maria Payeras, han realizado hoy una visita al Teatro Principal para comprobar de primera mano estos trabajos. De hecho, la idea de preservar todas las mencionadas piezas surge de un acuerdo plenario adoptado a propuesta de los grupos Més per Inca e INDI.
La técnica Magdalena Sastre ha informado de que se está recogiendo todo el material que se considera de algún valor para después clasificarlo y que pueda ser usado en un futuro, básicamente con una función ornamental. De este modo se evita la desaparición de un patrimonio oculto y desconocido que estaba callado en el interior del Teatro. Y es que con el comienzo de las obras, previsto para principios del próximo año, posiblemente muchos de estos elementos no se habrían respetado por simple desconocimiento de su existencia.
Bien es verdad que hay un gran trabajo a realizar para revisar cada rincón, cada metro cuadrado del Teatro, donde puede saltar una pequeña sorpresa. Por este motivo se trabaja a contrarreloj, partiendo del calendario posible de obras.
Según han explicado los expertos el inventario de hallazgos es enorme y no se han finalizado ni mucho menos los trabajos. Para empezar se ha encontrado una colección espectacular de pósteres antiguos de cine que van desde los años 50 a la década de los 70, y que en la mayoría de casos se conservan en buen estado.
También se han rescatado diferentes versiones históricas de las sillas que se han ido utilizando a lo largo de la historia del Principal. Focos, megáfonos, bombillas, lámparas, programas de mano, elementos de escenografía e incluso las antiguas chaquetas de los acomodadores han sido sacados del olvido para ser catalogados. Ha habido sorpresas importantes como por ejemplo el descubrimiento de unos antiguos proyectores de cine en la caja escénica que no fueron nunca instalados y que se guardaban todavía en las cajas en que fueron transportados.
Precisamente en la caja escénica hay uno de los elementos más espectaculares. Dos paredes completas forradas de pósteres históricos de actuaciones teatrales y de cine que empiezan en los años 40. Desgraciadamente será muy costoso y dificultoso técnicamente garantizar su conservación. Lo que sí se hará es fotografiar uno por uno cada póster y para que queden digitalizados.
Queda todavía una gran tarea por delante, pero así se garantiza que el espíritu del Principal sobreviva realmente y que la historia la podamos rememorar. Después de la catalogación quedará ver dónde y cómo se pueden volver a colocar algunos de estos elementos ahora con un formato puramente decorativo.